¿Cuántas veces te has visto en la tesitura de tener que sacar un pantallazo?
Capturar la imagen que tenemos en la pantalla del ordenador es una acción que, seguro, has hecho más de una y de dos veces. Y es que como bien dice el refrán “una imagen vale más que mil palabras”. Podrías escribir un mail súper extenso con una explicación larguísima para reproducir lo que estás viendo en la pantalla, pero ¿para qué si puedes adjuntar un recorte de la pantalla a ese mail?
365 está siendo el SaaS (Software as a Service) de moda de Microsoft. Es muy popular entre compañías de todos los tamaños y ha logrado altos índices de adopción y lealtad de los usuarios. La clave de este éxito ha sido la habilidad de Microsoft para crear diferentes planes de Microsoft 365 para diferentes tipos de negocios. Sin embargo, elegir el plan de Microsoft 365 correcto se ha vuelto un poco más difícil.
Para empezar, vamos a definir qué es el phishing: Se conoce como phishing el delito de engañar a las personas para conseguir así su información confidencial como contraseñas, números de tarjetas de crédito, códigos secretos… Existen varias técnicas para esto, siendo la más habitual la suplantación de identidad a una organización como banco, organización gubernamental o persona de tu confianza.
La era digital supuso un importante cambio en nuestras vidas. Ya no solo por la implantación de servicios tecnológicos de todo tipo que nos han facilitado la vida hasta niveles insospechados, sino también por la cantidad de nuevo vocabulario que ha empezado a ocupar nuestro diccionario y la jerga de la calle. Todo lleva un proceso de adaptación y así ha sido, aunque actualmente el avance es tan rápido y bifurcado que cuesta estar al tanto de todo.
Ha llegado la nueva era de Microsoft Windows. Prometen una interfaz limpia e intuitiva, y no mienten. Se asemeja a una mezcla entre “MacOS” de Apple y el “Material Design” de Google junto con todo lo que nos ofrece Windows. Cabe destacar que, por el momento, en posición de usuario cambia la vista.
La instalación de la nueva versión es igual a su predecesora, siguiendo los pasos que nos indican.
Tu web es el lugar virtual al que tus clientes irán a ver tu producto, a informarse sobre las ventajas de contratar tus servicios o, directamente, a comprar. Por tanto, tiene que estar tan cuidada como tu tienda física. Por tu web caerán personas de todo tipo a las que debes convencer de que tu producto es justo lo que necesitan y que no hay mejor opción en el mercado que la que tú ofreces.